English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

viernes, 6 de abril de 2012

La felación de los ultracuerpos

Noche del 5 al 6 de abril 2012

Estaba en una piscina enorme pero era un mar. Yo llevaba una especie de parapente submarino que era una réplica de un pez gigante parecido a un tiburón. Estaba conmigo Britney Spears y más gente. Me querían atacar peces de esa especie. Al principio pensaba que no me querían hacer nada pero al ver que las chicas se asustaban me daba cuenta de que sí me querían morder. Yo lo evitaba hasta que uno conseguía morderme en una mano. Me daba cosa porque notaba los dientecillos y cómo iba apretando. Yo pensaba que como apretase más me iba a arrancar la mano. 

Nos íbamos hacia un barco y si nadaba como el resto iba demasiado lento así que usaba mi parapente submarino (a veces lo llevaba yo y otras iba sólo teledirigido) para
impulsarme porque si iba al ritmo de Britney y compañía venían más peces de esos porque mi cacharro los atraía. Al usarlo llegaba en seguida. Entrábamos en el barco. Era raro porque tenía agua igual que lo de fuera pero había una puerta que cerrábamos para no dejar entrar a los peces.
..............
Estaba en una calle paralela a la mía. Estaba llena de agua, tanto que no hacía pie. Era un mundo apocalíptico. Yo había pasado la noche metida en el agua de esa calle y al día siguiente me decía Laura, la ex de mi tío, que había vomitado y me había puesto mala porque en el agua, en la parte en la que estaba yo, había un pollo en mal estado y al estar yo ahí había podido tragar agua infectada. 
Seguíamos en la carretera pero ya no había agua. Allí había mucha gente además de nosotras. Intentábamos dormir tumbadas en la carretera pero la gente cada vez estaba más nerviosa. Venía mi prima y se tumbaba con nosotras. No cogía la postura porque Laura y yo ya estábamos adaptadas y además no había mucho sitio. Mi prima apoyaba la cabeza en mi pierna pero no estábamos a gusto. Se iba a tumbar a mi lado pero yo le advertía de que había dos escupitajos en el suelo y se podía manchar. Al final conseguíamos estar bien poniéndonos haciendo "la cuchara" las tres. Algunas personas se reían y decían: "¡Mira, una cuchara de tres!" 
De repente oíamos cómo algo con ruedas iba bajando por la carretera. La gente se iba apartando y veía una especie de cubo de basura con dos chicas que querían escapar de allí. Parecía que nos iba a dar pero se desviaba en el último momento. Una dirigía el cubo y arrastraba el cuerpo inconsciente de la otra. Al pasar por nuestro lado la chica inconsciente se soltaba y la otra no se daba cuenta. Mi prima y Laura la cogían de los brazos y de las piernas y la llevaban donde estaba la otra.
 Nos teníamos que ir de allí porque la gente estaba tan nerviosa que era peligroso. Había tanques por las calles y disparaban a la gente.Siempre era de noche. Nos ocultábamos donde podíamos buscando un sitio para refugiarnos pero no había nada seguro. Siempre era yo la que inspeccionaba la zona y cuando era segura les decía a ellas que podían venir. Yo lo hacía porque conocía el barrio y también para que no les pasara nada. 
Yo pensaba en que el único sitio donde podríamos estar seguras era en un hospital pero ahí no podríamos ir con nuestra familia y además tendríamos que estar enfermas. 
Les decía que podíamos ir a mi casa, que estaba cerca. Cuando estábamos a punto de llegar Laura decía que mejor íbamos a un edificio que estaba al lado (en la realidad ese edificio no me gusta porque hay mucha gentuza) ya que habían abierto unas casas como los okupas y eso era más seguro. 
A mí me inquietaba que me dijera eso porque me hacía pensar que mi madre estaría en peligro en mi casa. También pensaba en que si se enterara mi tío de que estábamos con su ex se iba a enfadar mucho. Me preocupaba también cómo se encontraría aunque luego pensaba que estaría a salvo en su casa con su actual novia. 
Aún así, íbamos donde ella decía. Eran pasillos oscuros llenos de habitaciones. Queríamos entrar en las tenían luz pero estaban llenas. Pasábamos delante de una sin luz pero nos daba muy mal rollo así que elegíamos otra, sin luz también, pero que había menos gente y algunos eran niños. Nos colocábamos al fondo de la habitación al lado de los niños. Nos sentábamos en unos colchones mugrientos que había en el suelo. La gente de allí nos miraba. 
Mi prima sacaba una esfera del tamaño de un balón de fútbol que se podía abrir y cerrar como la bola de plástico del Kinder Sorpresa. La mitad de la espera era normal y la otra fosforescente. Era preciosa y llamaba mucho la atención y más en una habitación sin luz. Yo le decía que cómo tenía eso tan caro en un sitio tan peligroso. A Laura y a mí nos daba miedo tener problemas. Uno de los niños, que además tenía muchísimos muñequitos, miraba la bola fijamente. Me daba la sensación de que era peligroso así que se la regalaba. Por haber hecho esto, yo tenía confianza con él, aunque no hablábamos, y tocaba sus muñecos. Él no miraba otra cosa que no fuera la esfera. 
En esa habitación mandaba una señora que era traficante de marihuana y hachís. Yo le decía a mi prima y a Laura que me quería ir de allí, que la gente no me daba confianza. Laura me decía que lo entendía pero que esa señora era su camello. Ella insinuaba que tenía que tener trato con ella de todas formas. Laura me contaba además que le vendía la droga a domicilio. Yo me quería ir a mi casa pero no quería que la señora supiera dónde vivía. 
Además de la señora, había un tío con ella muy grande y con pinta de peligroso. Hacían una especie de "limpieza" de personas y el tío mataba al niño de la pelota. Por allí también estaba un chico con el mismo pelo que el asesino (rizado y con forma de trapecio) y estaba tan nervioso que no paraba de hablar. El asesino se dirigía hacia él y éste contaba que era cámara de Telemadrid, entre otras cosas. Yo mientras unía tres telas de distintos tamaños con un imperdible para taparme. Me daba miedo llamar la atención por estar haciendo eso pero no dejaba de hacerlo. 
Yo tenía claro que el asesino iba a matar al chico de Telemadrid porque era muy pesado. Yo le veía como en primer plano sin dejar de hablar. El tío peligroso estaba a su lado y le preguntaba quién era pero al rato se abría el plano y había desaparecido. Le había aburrido tanto la charla que se había largado. Yo pensaba que tenía muchísima suerte. 
El peligroso volvía y le decía al cámara hablador que tenía un premio para él, una amiga suya se la iba a chupar. A partir de aquí yo lo veía como una película porque no me movía del sitio pero veía lo que pasaba. 
Se iban a otro lado. El peligroso le decía al chico que se pusiera una especie de máscara con un mordedor para no gritar. A mí me daba mal rollo porque pensaba que no era para que no gritase de placer sino de dolor. 
Al principio parecía que salía una chica pero aparecía un monstruo extraño, una especie de extraterrestre azul, gordo y baboso (parecido al bicho del helado Boomy pero mucho más horrible). Luego resulta que el cámara era también de esa misma especie pero seguía con apariencia humana aunque tenía un pene estriado y con forma de martillo pero más gordo. 
El extraterrestre le bajaba los pantalones y el chico flipaba cuando veía quién se la iba a chupar. Yo pensaba que iba a ser horrible pero aún así se dejaba e incluso le gustaba. Me daba muchísimo asco ver la escena, cómo relamía con todas esas babas y esa boca asquerosa que no se movía tanto como una humana, sino más como la de un muñeco. 
De repente aparecía un tío con un palo y pegaba al bicho azul. Lo hacían para que cerrase la boca y mordiera al chico pero no lo hacía. 
Yo estaba sola y corría mucho. Pasaba por un descampado y la gente me miraba y me decía cosas. No quería parar para que no me cogiese nadie. Yo buscaba a Pedro y le encontraba. Él no sabía que el mundo estaba tan mal porque donde él vive no había llegado a ese punto. Yo le decía que teníamos que ir corriendo y que me siguiera. Quería ir delante porque yo corría mucho más y no quería que se relajase. Pasábamos por al lado de un chihuahua con una correa extensible y nos intentaba morder. Yo no miraba a nadie para no provocar. 
Pasábamos cerca de mi casa y estaba mi vecino, el señor de las gafas que nunca habla y tiene cara de rancio. En el sueño me trataba muy bien y era muy cariñoso. Yo no sé por qué pero llevaba mi secador en la mano con el difusor y el cable aparte. Mi vecino me enseñaba un escondite que era un agujero en la tierra cubierto con abrigos y me decía que podía dejar el secador y todo lo que quisiera allí. Al lado había más personas que no conocíamos pero que eran de los buenos. Muy cerca estaban los malos y no podíamos hacer ruido. Pedro iba a guardar otra cosa mía en otro agujero pero yo creía que iba a hacer ruido así que prefería hacerlo yo. 
Yo le preguntaba al viejo si él dormía en su casa. Él me decía que no porque era muy peligroso ya que la gente vería que alguien estaba allí y podía entrar. Era más seguro hacer como él, cerrar su casa y dormir en un contenedor de basura. Yo pensaba que mi madre no estaría durmiendo en la calle ni de coña así que me volvía a preocupar por ella y por la casa (aunque a veces la casa me daba un poco igual).

5 comentarios:

  1. Increible,sencillamente fantastico!!

    ResponderEliminar
  2. Hombre...

    www.youtube.com/watch?v=s5FuLWiJ2YE

    Tiene su punto.

    ResponderEliminar
  3. No dejes de escribir entre paréntesis, aclara mucho las cosas (pelo rizado y en forma de trapecio de toda la vida)

    ResponderEliminar