No vendas la piel de armadillo antes de cazarlo

Noche del 21 al 22 de abril 2012

Había una vieja rica muy mala. Trataba fatal a la gente, era una bruja. De repente se hacía joven y yo estaba en su piel. Tenía el físico de Maribel Verdú. Estaba en una casa enorme que parecía un palacio. Estaba con "mi madre" (la madre de la vieja), una vecina y sus dos hijos. Ellos eran muy grandes y musculosos y llevaban la cabeza tapada con una especie de saco. Me perseguían por la casa para torturarme. Yo corría y lloraba y tenía mucho miedo. Llego hasta un balcón y pienso en
tirarme pero no lo hago. De repente vuelvo a ser yo en mi época y sigo llorando. Alguien me consuela y yo digo que así es como me gustan las películas, que me emocionen de alguna forma. La otra persona se sorprende gratamente. Después de haber vivido eso entiendo por qué es tan mala. 

Sergio me debe dinero. Su casa es una isla chiquitita. Estamos en la isla y jugamos a abrir los armarios. De un cajón saco unas pieles de su mujer. Él dice que es piel de armadillo y que se la regaló hace unos años. Ella llega a la isla y nos tenemos que esconder. Por la prisa me dejo el cajón abierto y me da miedo que nos pille. Sergio no me devuelve todo el dinero así que decido volver otro día. 

Voy en un coche con Pepe, ex concursante de Gran Hermano, y con Borja. Les digo que me lleven a un trabajo que tengo que hacer. En realidad es ir a la isla de Sergio para buscar mi dinero mientras él está fuera. Me preguntan de qué se trata pero no se lo quiero contar porque sé que no les parecerá bien. Ellos piensan que escondo algo malo. Yo pienso que llevo demasiada ropa para ir nadando hasta la isla así que voy decidiendo qué prendas me voy a quitar. 

Al final prefiero no hacerlo porque no les quiero implicar y además, me parece mal buscar entre las cosas de Sergio. De repente estoy en un sitio en el que está él, aunque tiene otro aspecto, y me quedo muy quieta para que no me vea. 

Estoy eligiendo patines en una tienda. Me enseñan unos que tienen cohetes para propulsarte y otros con ruedas de gelatina. Los más baratos son los de gelatina y cuestan 135 €. Rocío se está probando unos normales de cuatro ruedas de los de siempre. Yo quiero esos pero no hay mi talla. La dependienta me dice que me tengo que comprar dos tallas menos de la mía porque si no me harían daño. Elijo los más baratos. Vienen con una especie de trineo. Cuando la dependienta me lo enseña se le va cuesta abajo. Ella se va corriendo para cogerlo. 

............... 

Me cogen de cajera en un supermercado, en el trabajo de Rocío. Es una caja muy rara. Tiene un monitor táctil con un botoncito a la derecha para abrirla. Si no despegas el dedo de la pantalla salen dos caminos: uno para recibir dinero y otro para devolverlo. 

Los clientes se sitúan lejos de la caja y de vez en cuando yo tengo que salir y raspar con una especie de cuchilla los productos que no se pueden vender, además de colocarlos en una estantería aparte. 

Me tengo que ir porque he quedado con alguien. Me da cosa dejar el trabajo pero después una chica de allí me dice que hago bien porque es muy duro y no para de entrar y salir gente nueva. 

Empiezo a trabajar en una farmacia (tienen la misma caja que en el supermercado). Mi jefa me parece muy maja aunque días después me amenaza con una pistola. Me da mucho miedo y mis amigos, que lo ven todo, se preocupan. 

.............. 

Voy a casa de Rocío. Todo está desordenado y me sorprende bastante en ella. Aún así al principio estoy a gusto pero luego pienso que en verano se va a llenar de cucarachas. 

Rocío y su novio se van a dormir. Yo me quedo viendo la tele y su madre también anda por allí. Me alegro que esté porque luego podré llevarla a casa. 

En el salón hay muchos muebles que sobran, y los esconden debajo de las mesas y disimulándolos como pueden, como si hubieran venido de una casa más grande. 

Aparece su gata pero está más grande y siniestra. Tiene los ojos muy grandes y claros. Yo me pongo contenta porque podré jugar con ella pero se me engancha en los dedos con los dientes. Doy vueltas sobre mí misma con la gata enganchada. En realidad estamos jugando aunque si le besas te muerde sacando unos dientes enormes. 

Yo voy al baño varias veces y siempre me confundo y me meto en el dormitorio de unos vecinos viejos. Creo que una de las veces Rocío me dice que me mee en la cama pero no lo puedo hacer bien. 

Veo que Rocío y su novio en realidad no duermen juntos porque ella está enfadada con él por algo.