Marroquinería fina

Noche del 2 al 3 de mayo del 2012

Estoy con un pintor que hace cuadros de barcos. Pinta en el mar mientras llueve porque así ve mejor el efecto que quiere conseguir. Está pintando un cuadro y dice que el morro del barco no lo va a dejar bien, quiere que quede destrozado. 

Pasa una mujer en un barco. La imagen es como una foto que tiene en su recuerdo. Se ríe emocionado. Es la imagen real de un cuadro suyo muy famoso. 

El pintor dice que la mujer es una belleza y que tiene los ojos preciosos. Yo también lo pienso viéndola de lejos pero después la veo en

primer plano y ya no me lo parece. 

Pasa un barco con chicas riéndose. No entienden lo que ocurre porque no conocen el cuadro. 

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Hay dos niños muertos con la espalda de cuero. Hay un grupo de gente y alguien pregunta si los han asesinado a los dos. El líder se enfada porque sólo ha matado a uno y no quiere que le carguen con otro muerto. Yo veo claro que sólo ha sido a uno y lo digo. Él me lo agradece a pesar de que somos rivales. 

Yo le digo a alguien que a mí no me suelen hacer preguntas porque saben que no respondo y no me manipulan.

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Voy con mi tío Fran de la mano. Entramos en una casa y hay niños. En la tele sale un programa de belleza femenino. No quiero que los niños se enteren de que vamos de la mano así que me suelto. Me cuesta mucho hacerlo porque él se resiste. 

Veo el concurso de belleza. Hay una chica negra con el pecho muy bonito y una pelirroja más mayor y gordita. Pienso que a lo mejor en persona está más buena. No quiero cambiar de canal porque me pone verlo. 

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Carlos destroza una hamburguesa pero su intención es buena. La cocinera y yo alucinamos. Él la saca de un sitio donde se mantiene caliente y yo no quiero que se enfríe. Ella clava una cuchara en la carne porque dice que así conserva el calor. 

Como con una chica. Nos ponen primero los postres. Yo quería un arroz con leche pero se adelanta y se lo come ella. Pienso que lo mismo hay que reservar los postres aunque nos los estén sirviendo. 

Cojo todo lo que le va sobrando para comérmelo aunque la comida es bastante mediocre. De repente me doy cuenta de que estamos en mesas distintas y podíamos haber comido juntas.