English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

jueves, 14 de junio de 2012

Más vale payaso en mano...

Noche del 25 al 26 de mayo 2012 

Estaba con Montse y yo tenía la facultad de volar. Íbamos andando por la calzada de la Avenida de los Poblados (una calle de Madrid) y me ponía a volar por allí. Una familia pasaba montando a caballo y yo le decía a Montse que a mí también me gustaría poder hacer eso. 
Cogía a Montse de la mano y nos disponíamos a cruzar de un salto (gracias a mis habilidades voladoras) por un sitio sin paso de peatones pero ella me decía que su madre no quería que hiciésemos eso porque era peligroso. Aún así lo
hacíamos con la mala suerte de que unos policías espías enviados por su madre estaban vigilándonos desde un escondite. 
Eran dos mujeres policías y, justo cuando una de ellas me agarraba la mano, echaba a volar. Estando a poca altura la soltaba y me llevaba a Montse a otro sitio. 
En esta parte del sueño Montse volaba también. Era muy divertido. Nos gustaba mucho volar por una zona de edificios lujosos y mirar a través de los cristales (casi siempre eran de espejo pero de cerca se transparentaban). Me encantaba poder mirar cómo eran esas casas por dentro (los muebles, la decoración...), no miraba a las personas. Teníamos un edificio favorito. Era el más alto y la fachada estaba cubierta de espejos azules. 
De repente vimos que había uno nuevo y nos emocionamos mucho. Era más bajito pero muy chulo: los espejos eran ahumados y se intuía el interior blanco y de madera. 
En la misma zona trabajaba la madre de Montse, en una especie de teatro de variedades (de taquillera pero creo recordar que también era la dueña). Entrábamos dentro y veíamos allí a las policías de antes. Justo cuando la madre de Montse estaba a punto de cerrar las puertas del teatro, para que empezara el espectáculo, nosotras nos escapábamos. 
El espectáculo de esa noche lo protagonizaban un par de payasos saltimbanquis. Se ponían a ensayar a través de una ventana que daba a donde estábamos nosotras. Yo me burlaba de ellos y me comía las flores de una planta que tenían. 
Uno de ellos se enfadaba y empezaba a correr detrás de mí. Cuando estaba a punto de atraparme yo me ponía a volar. Mi sorpresa llegaba cuando el payaso también echaba a volar. Yo subía y subía y el payaso paraba llegado a un punto. Me decía que no podía subir más de ahí y me preguntaba cuál era mi tope. Ya no parecía enfadado y hablábamos tranquilamente en la azotea de un rascacielos. Yo le contestaba que no lo sabía y le preguntaba cómo podría saberlo. Él me decía que lo notaría porque me frenaría y comenzaría a bajar. 
A mí me daba mucho miedo imaginarme volando muy alto, incluso por el espacio, y notar que caigo. Prefería no hacer caso al payaso y no averiguar mi tope. Además me daba vértigo volar a determinadas alturas. 
................ 
Abría la nevera y veía que ya no me quedaba el After Eight que me había regalado el novio de mi madre. Aparecía ella y le echaba la bronca. Me ponía furiosa y le decía que estaba harta de que se comiera mi comida. Creo incluso que la pegaba. 
............... 
Hugo de Gran Hermano estaba haciendo una prueba que consistía en hacer pasar una pelota de goma (de esas pequeñas que botan mucho) a través de una estructura cerrada y que saliera por el otro lado. Dentro de la estructura había obstáculos (más pelotas que se lanzaban a la pelota del concursante para desviarla, pelotas colgadas con dientes que iban de un lado a otro, etc). Gracias a mí conseguía ganar. 
Al coger la pelota por el otro lado veíamos que tenía cara y yo decía: "¡Anda, si es Pincha de los Pokémon!" Alguien respondió: "Pika Pika". Yo le corregía y le decía que era Pincha, no Pikachu. 
Hugo no me daba las gracias por ayudarle y se lo echaba en cara. Él me cogía en brazos y me agarraba del culo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario