Me miraba los dientes en un espejo. Me los tocaba con la lengua y se empezaban a mover. Por dentro estaban podridos. Al principio pensaba que sólo era uno de los paletos pero según los movía me daba cuenta de que probablemente tendría todos mal. Se iban descascarillando dejando ver lo negro de dentro. Aunque quería dejar de tocarlos para que no empeorase, no podía parar. Según iba pasando el
tiempo era más consciente de que sería muy difícil arreglarlos y además, tardarían demasiado (yo quería que fuera inmediato).
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Estaba con mucha gente en una fiesta en casa de alguien. Andaban por allí Sergio y un amigo suyo y Los 40 Principales me gastaba una broma pesada.
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Le daba de comer paella eternamente a mi prima como si fuera un bebé. No dejaba de hacerlo porque quería que comiera bien.
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Pasaba algo con un trikini y Vero o Marina (la persona iba cambiando).
Los sueños de dientes son terribles! se pasa muy mal jajaja
ResponderEliminarY las personas que los tienen podridos, ¿¿soñarán que los tienen bien??
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