Mi enemigo Mac

Noche de la segunda semana de septiembre 2012

Estaba de vacaciones con mi familia. Desde la ventana de la cocina veía que fuera, muy cerca, se estaba formando un tornado. Yo se lo decía a mi tío Jose (el de "El Tiastro") y él me decía que no me preocupara, que él había visto cómo se empezaban a formar muchos y al final no llegaban a nada. 

De repente, del tubo del tornado bajaba un extraterrestre y se metía en la casa. Era un humanoide pálido tirando a amarillento, medía más de dos metros y despedía luz. Todos mis familiares lograban esconderse menos yo. Buscaba un hueco pero no lo encontraba. El pasillo dibujaba un cuadrado alrededor de la parte central de la casa, y el alienígena y yo lo recorríamos una y otra vez: Él buscándome y yo escapando. No íbamos rápido y

yo sabía más o menos donde estaba en cada momento porque antes de girar cada esquina podía ver su luz. 

Me metía en un armario empotrado (idéntico al que tengo en el pasillo de mi casa) justo antes de que girase la esquina y me viera. Él me oía cerrar las puertas del armario y al acercarse se paraba justo enfrente. Yo podía verle por una rendija. El extraterrestre sacó un móvil e hizo una llamada. Le dijo al interlocutor que alguien se había metido en el armario y que iba a hacer algo que le haría salir y más si esa persona era una mujer. Abrió un armario que estaba justo encima del mío y cayeron sobre mí millones de bichos (cucarachas la mayoría). Notaba cómo me caían por todo el cuerpo y la sensación era más fuerte en las piernas. Fue horrible pero en ese momento pensé: "Este no me conoce. No pienso rechistar y mucho menos salir". 

Del extraterrestre ya no recuerdo más. Después estaba en el baño a punto de darme una ducha. Lo curioso es que en lugar de un plato de ducha lo que había era un váter. Me daba muchísimo asco tener que meter ahí los pies. El agua estaba amarilla así que tiraba de la cadena pero me seguía produciendo el mismo rechazo. Pensé en meterme con las chanclas puestas para pisar lo menos posible y se me pasó por la cabeza que a mi tío no le haría gracia porque al salir llenaría el suelo de agua.